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Lic. Adriana guraieb

Saber si existe una buena comunicación en tu pareja

Este breve cuestionario busca echar luz sobre algunos aspectos que deben tenerse en cuenta cuando hay una vida y decisiones en común | LA NACION

edicación, trabajo y tiempo. Mantener una relación de pareja requiere todo eso, según Adriana Guraieb, psicoterapeuta de la Asociación Psiconalítica Argentina (APA). Pero, también, buena comunicación: "Ya sea que tengan que ver con el concepto de la crianza de los hijos, del manejo del dinero, de la frecuencia sexual, de los límites o no-límites a las familias de origen de cada uno, las crisis surgen cuando no se pueden negociar diferencias", afirma. Y, sin palabras de por medio, no existe negociación posible.

Todos hablamos, más o menos, pero... ¿realmente nos estamos comunicando? "Hablar mucho no siempre es comunicarse bien -advierte el médico psiquiatra y psicoanalista Pedro Horvat-. Muchas parejas se repiten a sí mismas, pasando una y otra vez por los mismos temas sin que la reiteración traiga algo nuevo. La repetición de frases y argumentos de 'memoria', donde cada uno ya sabe lo que el otro va a decir, deja siempre una sensación de cansancio y frustración".

Una buena comunicación de pareja no sólo depende de lo que se dice, sino del cómo y cuándo se dice, de cómo se escucha al otro y de la propia actitud que tomamos ante la situación de diálogo. Para poder hacer una pequeña autoevaluación de qué tan bien nos comunicamos con nuestra pareja, consultamos a un puñado de expertos para elaborar un cuestionario orientativo:

1 - ¿Nos tratamos con amor y respeto al dialogar con nuestra pareja?

Puede sonar a obviedad la pregunta, pero el amor y respeto en el trato que hace posible una relación estable no debe estar ausente en los momentos de diálogo, así como tampoco en las discusiones. "Sentir que la relación se basa en los cuidados, el apoyo y el afecto mutuo, de manera que den ganas de compartir las horas con esta persona, permite que sea fácil estar juntos, expresándose el amor mutuo y demostrando interés por el otro", afirma Patricia Baioni, counselor de la Asociación Argentina de Counselors. Es por ello que, como agrega la psicóloga Cristina Meyrialle, "es imprescindible escuchar lo que el otro dice y piensa en un silencio respetuoso, y luego de la misma manera exponer lo propio. La serenidad y el orden en la conducta colaboran en la resolución de los problemas".

2 - ¿Nos dirigimos el uno al otro de manera crítica, usando ironías, sarcasmos o frases despreciativas?

Medir las palabras, evitando que la ironía y el sarcasmo desdibujen la finalidad de nuestras palabras es recomendable si lo que se busca no es atacar sino llegar a un entendimiento. "A veces generamos una comunicación violenta usando frases o palabras negativas sobre el otro, y hablarse con desprecio contamina las relaciones -sostiene Patricia Baioni-. La ironía y el sarcasmo son como un cuchillo de dos puntas ya que se clavan en el que los recibe y en el que emite la ironía, el humor hostil, la burla".

3 - ¿Existen temas "tabú", sobre los que nunca se habla?

Cuestiones conflictivas del vínculo, de aspectos dolorosos de uno de los dos, de secretos propios o familiares: es común que aún sin haberlo acordado conscientemente las parejas omitan hablar de ciertos temas. "No es lo mismo un tema tratado poco por discreción, que uno silenciado -distingue Pedro Horvat-. Las omisiones arrastran consigo otros temas cercanos que puedan estar relacionado, y se producen agujeros en la comunicación y en la transmisión emocional. Siempre es terapéutico atreverse al ejercicio de confianza de abordarlos".

Muchos malos entendidos suceden cuando no se hablan las situaciones que molestan, agrega Adriana Guraieb, que acaba de publicar su libro Parece mentira ( un estudio sobre la dialectica verdad-mentira): "Cuando la comunicación es reemplazada por la queja, el reproche, el silencio, o la violencia. Algunas personas dan por supuesto, por sobreentendido, y termina convirtiéndose en un malentendido, que puede ser un trastorno crónico en la comunicación".

4 - ¿Nos ponemos a la defensiva ante una pregunta?

No es una contienda, es un diálogo. Si lo que se busca es mantener una buena comunicación es importante no colocarse a la defensiva. "Cuando un miembro de la pareja adopta esta actitud es muy difícil seguir hablando ya que una de las dos partes cree que está siendo culpada por el otro, agravando así los problemas que ya tenían -dice Patricia Baioni-. En una conversación lo más importante es priorizar el amor que sentimos por el otro por encima de nuestro orgullo y nuestro ego".

5 - ¿Buscamos espacios de intimidad y tranquilidad para hablar?

Ni delante de los hijos ni en contextos en los que el diálogo resulte condicionado por el auditorio o la situación; buscar espacios de intimidad y tranquilidad brinda el marco para hablar y escuchar. "Cuando el problema consiste en encontrar el cómo, el dónde y el momento, para desarrollar una buena y sincera comunicación a veces es necesario buscar ayuda externa. Sea pedir apoyo a sus amigos cercanos, o a un terapeuta especializado en problemas de pareja. O, en algunas ocasiones, planean un pequeño viaje sin los niños, para tener un espacio de intimidad y tranquilidad que les permita hablar y comprender cómo y porqué", recomienda Cristina Meyrialle, autora del libro La pareja en crisis, riesgo y oportunidad.

6 - ¿Le dan una importancia a la comunicación no verbal?

La comunicación es, en esencia, un sistema de códigos que se comparte sean éstos palabras, gestos, miradas o silencios, afirma Pedro Horvat. "Cada pareja construye el suyo, de modo que -al cabo de un tiempo- cada uno puede 'leer' sin dificultad las señales del otro. Es clave prestar gran atención a este conjunto de mensajes no verbales que dicen mucho sobre el contexto emocional que se está viviendo. Desoírlos es prácticamente como andar a ciegas y es, además, una fuente de frecuentes malentendidos".

7 - ¿Ante algo que me dice mi pareja que no me gusta contesto con evasivas o me levanto y me voy para evitar la confrontación y el enojo?

Cristina Meyrialle aporta ejemplos de este tipo de reacciones: "Cuando estamos en problemas, respondemos sólo con portazos o con lágrimas. No nos es posible poner palabras lo que cada uno piensa y siente frente al problema. Tenemos dificultades para decirle al otro lo que esperamos y necesitamos de la relación". Según Patricia Baioni, "esta actitud muestra a la persona que se va o que contesta con evasivas como si no le importara nada, como si no oyera, ya que no está mostrando los signos básicos de la escucha, que son mirar, asentir, estar presente".

8 - ¿Tenemos ambos plena conciencia de todos nuestros dichos sin dar nada por supuesto?

Preguntarse con humildad "qué hice yo para llegar hasta acá", "cómo puedo solucionar esto", "en qué me equivoqué", escuchando lo que le pasa al otro favorece las comunicaciones, reconociendo y aclarando el sentimiento y la experiencia propia y la del otro, sostiene Patricia Baioni, que recomienda "preguntarle abiertamente al otro todo lo que dudamos, aun lo que ya parece aclarado. La clave es no suponer, no dar nada por sentado ni por entendido".

9 - ¿Nos dejamos llevar por sobreentendidos?

Muchas veces nos enamoramos de nuestra suposición acerca del ser querido, acerca de la relación, y somos felices mientras todo encaja en ella. Con el tiempo, claro, la realidad se va abriendo paso y mucho se modifica. Sin embargo, apunta Pedro Horvat, "conservamos muchos supuestos e interpretaciones propias sobre los deseos y conductas de la pareja que obstruyen nuestra capacidad de escuchar y con ello la comunicación. No hay forma de empatizar con el otro sin despojarse de prejuicios".

10 - ¿Nos permitimos expresarle al otro nuestros sentimientos de vulnerabilidad?

"Si podemos expresar nuestra vulnerabilidad a nuestra pareja vamos a permitir que el otro pueda abrirse a nosotros, y compartir libremente sus experiencias y sentimientos en un ambiente de armonía y comprensión mutua", concluye Patricia Baioni.

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