Temor, envidia o por no aceptar una equivocación, las razones para engañar o como se dice “suprimir la verdad” pueden ser diversas. Sin embargo, en ocasiones, la mejor opción es mentir, aunque, ¿cuáles son estos momentos?
De acuerdo con Claudia Castro, experta de la Universidad Autónoma de Nuevo León, durante las actividades cotidianas, las personas tienden a decir, en promedio, diez mentiras al día comenzando con la típica respuesta que otorgan de “bien”, cuando se les pregunta cómo están.
¿La verdad te hará libre?
Todos mienten, unos en mayor proporción que otros, pero al final es la misma acción. Sin embargo, más allá del refrán de “la verdad te hace libre.” Hay momentos en que engañar es la mejor opción, de acuerdo a nosotros, y aquí te decimos algunas de ella. Con información de la psicóloga Adriana Guraieb de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
1. Para cuidar la imagen. Hay mentiras vinculadas con querer agradar, de ser aceptado o que implican salvar la imagen. A veces se enmascaran los defectos y sólo se muestra lo mejor.
2. Por protección. En algunos casos, ocupan un lugar de protección. Se tiene temor de perder un trabajo , de no continuar una relación sentimental o de poner en riesgo el prestigio.
3. Evitar un castigo. Ante la ocurrencia de una sanción se puede incurrir en mentiras, tratando de esquivar el castigo.
4. Mentiras blancas. Existen muchas mentiras admitidas socialmente. Son las afirmaciones que tergiversan algún punto de la realidad pero que cuentan con cierto consenso social.
5. Ante la enfermedad. Otro momento crucial donde se pone en juego el valor de la verdad y la mentira es cuando se enfrenta una situación de enfermedad terminal de una persona cercana.
Mentir es una parte tan común en el comportamiento humano que pocos lo distinguen. Sin embargo, es una acción en la que tú puedes decidir hacer o no. ¡Cuídate!
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