Durante la pandemia, casi el 50% de los argentinos sufrió de un trastorno de ansieda, y algunos padecieron ataques de pánico. Estas problemáticas afectaron principalmente a mujeres y jóvenes. Conocé cuáles son los síntomas y por qué no son lo mismo.
La cuarentena dejó huellas que todavía son visibles y que marcaron consecuencias en la salud mental. Según un estudio realizado por el Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIPsi), dependiente del Conicet, y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), casi la mitad de la población argentina sufrió ansiedad durante la pandemia.
A lo largo de la historia siempre existieron los trastornos de ansiedad y ataques de pánico, pero “se percibe un incremento sustancial en la sociedad. Esto como consecuencia del aumento del estrés para vivir, soportar la amenaza de desempleo o subempleo, los mandatos y los efectos psicológicos de la pandemia y la post pandemia”, explicó la psicóloga y psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica Argentina e Internacional Adriana Guraieb.
Por su parte, el terapeuta sistémico y cofundador de la Escuela Sistémica Argentina, Marcelo Ceberio, señaló a Punto Convergente que “uno de los temas que generó mayor ansiedad fue el hecho del aislamiento”.
“Nosotros somos seres absolutamente sociales, y como tal, uno de los elementos que más se bloqueó fue la posibilidad de estar fuera del radio social. No poder darnos un abrazo, no poder estar en contacto con nuestros seres queridos y hasta las mismas situaciones de muerte”, expresó el profesional.
Diferencias entre trastorno de ansiedad y ataque de pánico.
Ceberio enunció que “la ansiedad es una emoción que, básicamente, nos acompaña toda la vida. Cada vez que hay algo importante que desarrollar aparece la ansiedad”. Ésta “es una emoción que genera una reproducción no solamente psicológica, sino también física o fisiológica”.
En este marco, Guraieb detalló que entre las manifestaciones más frecuentes están las personas que son “muy inquietas con grandes dificultades para relajarse. Además, viven cada situación con una intensidad tan grande que los agobia y cansa”.
Estas inquietudes “causan consecuencias no favorables todo el tiempo, físicamente pueden tener alteraciones crónicas en el sueño. Están en estado de alerta aún tratando de descansar, lo cual produce como resultado un carácter áspero, irritable, de alta susceptibilidad”.
El problema de la ansiedad, según el profesional de la Escuela Sistémica Argentina, es cuando se sistematiza en la vida de la persona. “Cuando por cualquier cosa se ponen ansiosos, eso implica un nivel de disfuncionalidad”, afirmó. Además, “muchas veces, por no saber el desencadenante o los resultados, puede aparecer el miedo como resultado”, agregó.
Ahora bien, dentro del mundo de los miedos están las fobias y los pánicos. La gran diferencia es que “en la fobia hay un objeto, por ejemplo al ascensor. En cambio en el pánico no hay objeto”, aclaró el psicólogo.
Síntomas físicos
Si aparece el pánico, se produce el ataque con diferentes síntomas físicos. “Puede existir la taquicardia y hay una evidencia de sensación de muerte, pero nunca se muere de un ataque de pánico. Este tipo de ataque se engloba dentro de la ansiedad, porque todos estos cuadros tienen la ansiedad como protagonista”. En conclusión, “los trastornos de pánico están dentro del diagnóstico de ansiedad”, resaltó Ceberio.
El ataque de pánico se alimenta de similares factores a los trastornos de ansiedad. Aquí entran en juego “la importancia del entorno, presiones y exigencias que al ritmo frenético de estos tiempos se torna muy difícil procesar tanta angustia”, expuso la psicóloga de APA. Este tipo de ataque “se manifiesta de modo abrupto, sin aviso previo, toma a la persona desprevenida y tiene una duración variable”, precisó.
Hay que tener en claro que “un ataque de pánico siempre conlleva ansiedad, pero no todo trastorno de ansiedad termina en un ataque de pánico”, sostuvo Guraieb. Tanto un trastorno de ansiedad como un ataque de pánico “van desde la adolescencia hasta la adultez”, señaló Ceberio.
En caso de padecer alguno de los síntomas mencionados anteriormente, los profesionales consultados aseguraron que lo primero que hay que hacer es consultar a un psicólogo para corroborar si es un trastorno de salud mental.
“Se puede hacer un tratamiento psicológico en donde pueden sentirse mucho más seguros y así poder avanzar y romper con el miedo”, dijo el psicólogo. La duración de cada paciente va mutando. “Hay personas que llegan a estar medicadas por el trastorno y hay tratamientos que son mucho más rápidos”, indicó. En algunos casos, “se recomienda complementar con acompañamiento psiquiátrico”, añadió Guraieb.
Síntomas de un trastorno de ansiedad
- Sudoración
- Visión borrosa
- Náuseas
- Sensaciones de ahogo
- Taquicardia
¿Quiénes fueron los más perjudicados por un trastorno de ansiedad en pandemia?
El estudio del IIPsi y la UNC estuvieron a cargo de los doctores en Psicología Lorena Cecilia López Steinmetz y Juan Carlos Godoy, quienes se enfocaron en la salud mental de los argentinos durante la pandemia del coronavirus en 2020 y 2021.
La investigación se realizó mediante cuestionarios virtuales estandarizados y validados internacionalmente. Sobre una muestra de 1.100 personas en todo el país, el 48% manifestó tener ansiedad y los más perjudicados fueron mujeres, jóvenes y personas con antecedentes de trastornos mentales.
El género femenino “suele ser más vulnerable a desarrollar trastornos mentales por las desigualdades de género y la sobrecarga laboral, situación que se vio exacerbada durante la cuarentena… Las tareas del hogar siguen siendo atribuidas como si fuesen el rol de la mujer exclusivamente”, dijo López Steinmetz a Télam.
Los trastornos mentales comunes en los jóvenes universitarios se presentaron entre el 53,29 y 71,59%, mientras que un trastorno depresivo y/o de ansiedad entre el 67,90 y 83,64%.
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